Frutos y semillas: Guía completa!

En la entrada sobre polinización de las flores ya vimos la teoría y el procedimiento para la reproducción sexual de los cactus. Luego del ingreso del polen en el gineceo de la flor, el ovario se convierte en fruto y dentro de él, los óvulos fecundados se convierten en semillas.

El fruto del cactus es una baya y se forma debajo de la zona de inserción de las piezas florales (como los zapallos) porque es una flor de ovario ínfero, es decir una flor epígina. Por lo tanto, al formarse el fruto suele quedar el penachito de pétalos secos por encima.

 
Frutos de Mammillaria prolífera
 










































Fruto de Gymnocalycium, con el penacho de pétalos secos

En algunos casos los frutos son de colores (rojo, rosado, marrón) y en otros es verde. Algunos frutos son lisos, y otros son peludos y/o con espinas, como los frutos de los Astrophythum


Fruto de Astrophytum asterias (der) y pimpollo (izq.)

Fruto de Astrophytum híbrido
 El momento de recolectar los frutos es cuando al tirar de ellos suavemente, se desprenden sin dificultad. Si no se desprenden es porque todavía les falta madurar. De todas formas, el mejor lugar para conservar las semillas es dentro del fruto unido a la planta, porque ésta le confiere sustancias que inhiben la germinación y evitan que las semillas pierdan su poder germinativo.


Frutos recolectados


Fruto abierto de Gymnocalycium

Frutos de diferentes Mammillarias
Sacando las semillas del fruto


En algunos casos es muy fácil y en otros un poquito más complicado. En esta entrada voy a hacer mención a los primeros, ya habrá tiempo para el resto.

Primero abrimos el fruto longitudinalmente para exponer la pulpa y las semillas:


 
Fruto de Gymnocalycium abierto longitudinalmente
Luego, con un cuchilo o instrumento similar, raspamos la pulpa y las semillas para desprenderla del epicarpo (paredes del fruto).

 
Extrayendo la pulpa con las semillas
Finalmente, separamos la semillas de la pulpa esparciéndolas en un papel absorbente.

 
Separando las semillas de la pulpa
Fruto abierto de Mammillaria


Las semillas deben dejarse secar sobre papel absorbente a la sombra en un lugar fresco y seco, de 7 a 10 días. Una vez secas deben conservarse en envases herméticos respetando las mismas condiciones: baja humedad y temperatura. 
El calor, la humedad y el oxígeno son tres factores que afectan el poder germinativo de las semillas, por lo tanto para mantener por más tiempo su capacidad de germinar, debemos conservarlas lo más secas, frescas y herméticamente guardadas posible.


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